El trastorno bipolar es una enfermedad de origen cerebral que afecta el ánimo, determinada por una vulnerabilidad genética y gatillada generalmente por estresores ambientales. Su característica peculiar es la presencia de dos polos opuestos del estado de ánimo (manía y depresión) de una intensidad anormal o patológica.(El trastorno Bipolar,Dr. Sergio Zamora et al, p 15).
Las fases aguda y postepisodio del TB generan un alto grado de estrés para los pacientes y sus familiares. Si no reciben tratamiento, las familias y/o parejas terminan enganchándose en una cadena de conflictos significativos, produciendo un importante deterioro a nivel relacional y disminuyendo la eficiencia en la resolución de problemas dentro de estas. Todo esto termina transformándose en un círculo vicioso donde las situaciones de conflicto familiar dan pie a un ambiente estresante propicio para que el paciente tenga nuevas recaídas y estas mismas a su vez aumentan aún más el nivel de ansiedad y tensión dentro del grupo familiar.
En norte América más de 2,3 millones de estadounidenses adultos padecen esta enfermedad. Lo que equivale al 1,2 porciento de la población mayor de 18 años de este país. (http://www.mmhs.com/clinical/adult/spanish/mentalhealth/bipolar.htm). En Chile se ha encontrada una prevalencia de un 2,2% , lo que equivaldría aproximadamente a 250.000 chilenos. Si consideramos todo el espectro bipolar, vale decir, las manifestaciones clínicas leves (ciclotimias y bipolaresII) y las severas (bipolar I) la prevalencia mundial a lo largo de la vida sería de un 5 a un 7%.(El trastorno Bipolar,Dr. Sergio Zamora et al, p 15).
Si consideramos que el número de personas diagnosticadas con Trastorno Bipolar ha ido en aumento y que además el deterioro que esta enfermedad produce a nivel familiar y social es de alto alcance. No cabe duda, que hay un gran desafío para todos los profesionales de la salud mental, que es hacerle frente a la enfermedad y generar propuestas de tratamientos integrales que tomen cada una de las aristas que el TB tiene.
En la actualidad el tratamiento farmacológico del TB está bastante avanzado y existe actualmente un amplio consenso acerca de cómo tomar decisiones fármaco terapéuticas con los pacientes.
Sin embargo, aún con los beneficios de la farmacoterapia , los pacientes presentan recaídas. Los estudios prospectivos ( según www.bipolarweb.com) han demostrado que, a pesar del tratamiento farmacológico activo, cerca del 40% de los pacientes con TB recaen en un año, el 60% en dos años y el 73% en cinco años . De los que no recaen, entre el 46% y el 56% muestran periodos de síntomas maniacos o depresivos . Del 13% al 20% son cicladores rápidos que experimentan cuatro o más episodios por año.
No es desconocido para nadie, la enorme implicancia que el TB tiene en el funcionamiento social y ocupacional de los pacientes. Coryell et al. encontraron que más del 50% de los pacientes bipolares mostraron disminuciones en el funcionamiento ocupacional a lo largo de cinco años después de un episodio del trastorno. Gitlin el al. observaron pobres resultados ocupacionales y sociales en el 35% al 39% de su muestra, a lo largo de periodos de 4.3 años en promedio.
Ellicott et al han demostrado que los pacientes bipolares con un número alto de eventos vitales estresantes tienen 4.5 veces mayor riesgo de presentar una recaída de su trastorno durante un seguimiento a dos años que aquellos con puntajes medianos o bajos.
Es en este punto, donde la unidad de Ánimo y Ansiedad del Centro de investigaciones clínicas Psicomédica intenta hacer un aporte, a los enfoques de tratamientos ya existentes dentro de Chile.. Basandose en los estudios que ha realizado el equipo del Dr. David Miklowitz en la Universidad de Colorado en Boulder con los pacientes y familiares de Bipolares. Estos diseñaron un plan de tratamiento terapéutico enfocado en la familia (FFT), orientado a educar, apoyar y prevenir posibles recaídas en el TB.
Las investigaciones realizadas por el equipo de la Universidad de Colorado han mostrado que la adición de la FFT a la farmacoterapia durante la fase postepisodio puede incrementar los efectos protectores de la familia y el matrimonio y proteger al paciente contra el estrés de los factores vitales intervinientes. Además de promover habilidades para manejar los conflictos familiares, la FFT ayuda a las familias a abordar la enfermedad, su ciclo natural, y la necesidad de tratamiento. Haciendo esto, que las familias pueden alcanzar un mejor estado de equilibrio en la resolución del episodio agudo del trastorno.
